El ser humano no es tonto, pero a menudo se hace el tonto por conveniencia.
Los humanistas seculares buscan manifestar valores muy altos sin necesidad de Dios o religión alguna. Pero la realidad es que los humanistas seculares y su sistema de gobierno secular no es nada diferente al sistema religioso antiguo que gobernó alguna vez en occidente.
Tanto los antiguos líderes religiosos como los actuales humanistas seculares, saben como engañar a las masas. Pues tanto unos como los otros, siempre han buscado presentar una imagen de gente virtuosa. La diferencia es obvia, los religiosos buscan ser hombre de Dios virtuosos, y los humanistas seculares hombres de razón y ciencia virtuosos. Pero ambos son falsos y como siempre la población es la que resulta engañada.
Si usted es una persona de pensamiento secular o secularizado, me temo informarle que usted esta siendo engañado y manipulado, como lo fueron sus antepasados creyentes en un cristianismo cultural.
Los ateos y los humanistas seculares siempre han querido hacer creer a la gente que se puede ser una persona virtuosa sin necesidad de Dios. Pero como veremos, eso es solo un espejismo.
El Manifiesto humanista 2000 sintetiza en nueve puntos la ética de este movimiento filosófico, citados a continuación de manera textual:
1. La dignidad y autonomía del individuo es el valor central. La ética humanista se compromete a maximizar la libertad de elección, libertad de pensamiento y conciencia, el libre pensamiento y la libre investigación, y el derecho de los individuos a seguir sus propios estilos de vida hasta donde sean capaces y hasta tanto que ello no dañe o perjudique a otros. Esto es especialmente relevante en las sociedades democráticas en donde pueden coexistir una multiplicidad de sistemas alternativos de valores. Por consiguiente los humanistas aprecian la diversidad.
Según los humanistas ellos apoyan la diversidad, pero será solo la sexual, porque a lo que se refiere a la religiosa no. En Francia, una de las naciones que más promueve el humanismo secular, se ha buscado restringir el uso de símbolos religiosos en escuelas, hospitales y oficinas publicas. Tanto a alumnos, maestros y empleados. A todos los quiere muy uniformados en lo secular.
Una cosa es que la educación sea laica y otra que la persona no tenga la libertad de manifestar sus creencias religiosas. Así que es totalmente falso eso de que los humanistas aprecian la diversidad.
2. La defensa humanista de la autodeterminación no significa que los humanistas acepten como valiosas cualquier clase de conducta por el mero hecho de ser humana. Ni la tolerancia de los distintos estilos de vida implica necesariamente su aprobación. Los humanistas insisten que acompañando al compromiso con una sociedad libre está siempre la necesidad de alcanzar un nivel cualitativo de gusto y distinción. Los humanistas creen que la libertad debe ser ejercitada con responsabilidad. Reconocemos que todos los individuos viven en el seno de comunidades y que algunas acciones son destructivas y están equivocadas.
La eterna cantaleta de los humanistas por la libertad con responsabilidad. Ese es uno de los más grandes espejismos y farsas de los humanistas, como quien dice, el autoengaño por excelencia. Y es que los propios humanistas consideran que la verdad y los valores son relativos y no absolutos. Así que par lo que algunos es un acto responsable para otras personas puede ser un acto totalmente irresponsable. No porque así deba de ser, sino porque así ha enseñado a pensar a las personas el humanismo secular.
3. Los filósofos éticos humanistas han defendido una ética de la excelencia (desde Aristóteles y Kant hasta John Stuart Mill, John Dewey, y M.N. Roy). En ellos se hacen patentes la templanza, la moderación, la continencia, el autocontrol. Entre los tópicos de la excelencia se encuentran la capacidad de elegir libremente, la creatividad, el gusto estético, la prudencia en las motivaciones, la racionalidad y una cierta obligación de llevar a su máximo cumplimiento los más altos talentos de cada cual. El humanismo intenta sacar a flote lo mejor de la gente, de manera que todo el mundo pueda tener lo mejor en la vida.
Creo que el punto tres es el que los humanistas quieren presentarse así mismo como amantes de los valores y ética mas sublime sin la necesidad de Dios. Pero los frutos de las libertades seculares son completamente distintos.
Hablan de del buen gusto estético:
Looks fruto de la libertad secular, siempre con mensajes "tan positivos"
La creatividad:
La creatividad de las artes de una sociedad secular.
Y la mejor de todas. El que los humanistas buscan sacar lo mejor de la gente:
Las libertades seculares, si que sacan lo mejor del ser humano.
4. El humanismo reconoce nuestras responsabilidades y deudas con los otros. Esto significa que no debemos tratar a los demás seres humanos como meros objetos para nuestra propia satisfacción; debemos considerarlos como personas dignas de igual consideración que nosotros mismos. Los humanistas sostienen que «todos y cada uno de los individuos deberían ser tratados humanamente». Aceptan la Regla de Oro según la cual «no debes tratar a los demás como no quieras que te traten a ti». También aceptan por la misma razón el antiguo mandato de que deberíamos «recibir a los extranjeros dentro de nuestras posibilidades», respetando sus diferencias con nosotros. Dada la multiplicidad actual de credos, todos somos extranjeros —aunque podamos ser amigos— en una comunidad más amplia.
El punto cuatro es prácticamente piratear los valores judeo-cristianos que tanto desprecian. Es otra de esas contradicciones, que queda de manifiesto en como ejercen su sexualidad las personas secularizadas (no forzosamente ateas).
5. Los humanistas creen que las virtudes de la empatía (o buena disposición) y la corrección (o el trato cuidadoso) son esenciales para la conducta ética. Esto implica que deberíamos desarrollar un interés altruista hacia las necesidades e intereses de los demás. Las piedras fundamentales de la conducta moral son las «decencias morales comunes»; es decir, las virtudes morales generales que son ampliamente compartidas por los miembros de la especie humana pertenecientes a las más diversas culturas y religiones: Debemos decir la verdad, cumplir las promesas, ser honestos, sinceros, hacer el bien, ser fiables y confiar, dar muestras de fidelidad, aprecio y gratitud; ser bien pensados, justos y tolerantes; debemos negociar las diferencias razonablemente e intentar ser cooperativos; no debemos herir o injuriar, ni tampoco hacer daño o atemorizar a otras personas. Pese a que los humanistas han hecho llamamientos contra los códigos puritanos represivos, con el mismo énfasis han defendido la responsabilidad moral.
El punto cinco, es otra contradicción, donde se habla de valores universales prácticamente judeo-cristianos, los cuales toman como propios de su iniciativa. Pero los gobiernos seculares son tan poco honestos, honrados, y causan mucho daño con el fin de promover el bienestar económico.
6. En lo más alto de la agenda humanista figura la necesidad de proporcionar educación moral a los niños y a los jóvenes, al objeto de desarrollar el carácter y fomentar el aprecio por las decencias morales universales, así como para garantizar el progreso moral y la capacidad de razonamiento moral.
El punto seis creo que es el más palpable para entender que los valores éticos y morales de los humanistas son una farsa y un espejismo. Cualquiera sabe que en las sociedades secularizadas, los niños y jóvenes sufren de una crisis de valores, violencia en las familias que nunca se vio ni aun en el deficiente sistema religioso del pasado. Violencia y escándalos sexuales como nuca se había visto ni aun en el tirano sistema religioso que gobernaba occidente en el pasado.
Lo más triste es que la sociedad se queja todo el tiempo de la decadencia moral de los niños y jóvenes en las drogas, violencia, sexo y música con mensajes decadentes e inmorales que son permitidos por el mismo sistema secular que dice querer fomentar valores en los chicos. Esa es la mentira mas grande de los humanistas seculares, los mismos que mienten con eso de la evolución y la ausencia de Dios.
¿Así es como el humanismo secular pretende fomentar valores éticos morales a los niños y jóvenes? Cuando es el propio sistema secular que da libertades exageradas (libertinajes) que lleva a los niños y jóvenes a corromperse.
7. Los humanistas recomiendan que usemos la razón para fundamentar nuestros juicios éticos. El punto decisivo es que el conocimiento es esencial para formular elecciones éticas. En particular, necesitamos comprometernos en un proceso de deliberación, si estamos por la tarea de solucionar los dilemas morales. Los principios y valores humanos pueden justificarse mejor a la luz de la investigación reflexiva. Cuando existan diferencias, es preciso negociarlas siempre que podamos mediante un diálogo racional.
Pues por lo visto los humanistas no dan razones para solucionar los problemas morales y éticos de la actual sociedad secularizada.
8. Los humanistas mantienen que deberíamos estar preparados para modificar los principios y los valores éticos a la luz de las realidades que vayan produciéndose y de las expectativas futuras. Necesitamos ciertamente apropiarnos de la mejor sabiduría moral del pasado, pero también desarrollar nuevas soluciones para los dilemas morales, sean viejos o nuevos. Por ejemplo, el debate sobre la eutanasia voluntaria se ha intensificado de manera especial en las sociedades opulentas, porque la tecnología médica nos capacita ahora para prolongar la vida de pacientes terminales que anteriormente habrían muerto. Los humanistas han argumentado a favor del «morir con dignidad» y del derecho de los adultos competentes para rechazar el tratamiento médico, reduciendo así el sufrimiento innecesario, e incluso para acelerar la muerte. También han reconocido la importancia del movimiento hospitalario para facilitar el proceso más deseable. De la misma manera, deberíamos estar preparados para elegir racionalmente entre los nuevos poderes reproductivos que la investigación científica ha hecho posibles —tales como la fertilización in vitro, la maternidad de alquiler, la ingeniería genética, el transplante de órganos y la clonación. No podemos estar mirando atrás, hacia las morales absolutas del pasado para guiarnos en estas cuestiones. Necesitamos respetar la autonomía de la elección.
9. Los humanistas arguyen que deberíamos respetar una ética de principios. Esto significa que el fin no justifica los medios; por el contrario, nuestros fines están modelados por nuestros medios, y hay límites acerca de lo que nos está permitido hacer. Esto es especialmente importante hoy a la luz de las tiranías dictatoriales del siglo XX, en las que determinadas ideologías políticas manipularon comprometidos medios morales con fervor casi religioso para realizar fines visionarios. Somos agudamente conscientes de trágico sufrimiento infligido a millones de personas por quienes estuvieron dispuestos a permitir un gran mal en la prosecución de un supuesto bien mucho mayor.
En el punto nueve los humanistas se muerden la lengua, pues ahora ellos están en el papel y el poder de manipular a las masas con fervor religioso (ateismo). Y todos los millones de niños abortados en el nombre de la libertad del individuo promovido por el humanismo secular no es un crimen de menor magnitud que el ejercido por los nazis en la segunda Guerra Mundial o el de las Cruzadas en la Edad Media.
En resume, La desintegración familiar, la perdida de valores, la inmoralidad y violencia con la que viven niños y jóvenes, son el resultado de un sistema de gobierno lacio, que a traicionado su propio laicismo, al haber adoptado
el humanismo secular como ideología base de sus políticas sociales. El humanismo secular ha dejado de ser una filosofía, para convertirse en el marco ideológico en el cual, la gente es educada y formada y los resultados están más que visto y son lamentables.
Ni el
antiguo sistema religioso ni el actual sistema secular son la respuesta que la gente busca para una vida plena. La respuesta esta solo en
Cristo y el verdadero cristianismo.