El apóstol Pablo enseñó: "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe". (Efesios 2: 8 y 9)
La salvación es por gracia. La gracia debe de ser entendida como el regalo inmerecido de la salvación. El hombre es declarado justo sin merecerlo.
Romanos 5
5:8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
5:9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
5:10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.
5:9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
5:10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.
Las personas aun siendo pecadoras son declaradas justas (sin pecado). Pues Cristo en la cruz a pagado por todo los pecados de la humanidad. Dios perdona los pecados pasados, presentes y futuros a todos los que creen en su Hijo.
Estar en la gracia, es estar a salvo de la ira de Dios que vendrá en tiempos finales sobre toda la humanidad que se regocija en hacer el mal, en lastimar a los demás, en dañar su propio cuerpo, en la inmoralidad sexual, en la mentira y en el engaño, en los crímenes y genocidios, todos ellos recibirán su justo castigo. Más los que están en la gracia son liberados de tal castigo y son coherederos con Cristo.
En resumen, la gracia es el regalo inmerecido de la salvación. El hombre no necesita cumplir con la Ley de Moses, ni lograr la santidad por sus meritos para ser salvo. No necesita hacer buenas obras para ser salvo. Dios le da la salvación por haber creído en su Hijo quien pago en la Cruz con su muerte los pecados de los hombres. Cristo se sacrifico así mismo para perdón de pecados de toda la humanidad. Ahora lo único que tienen que hacer los hombres es creer en Cristo de todo corazón y serán perdonados por Dios y declarados justos, sin merecerlo.
Dios les dará su Espíritu Santo a todo aquel que crea en su Hijo, y por medio del él dejaran su antigua manera de vivir. Si eran esclavos de la mentira (ser mentirosos), serán liberados, si eran esclavos de la pornografía, serán liberados, si eran violentos y peligrosos, Dios los hará benignos y piadosos. En pocas palabras los que están en la gracia van dejando de pecar y se van transformando en nuevas criaturas, nuevas personas que dan frutos en el Espíritu de Dios.
Gálatas.
5:22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
5:23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
5:24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
5:23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
5:24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
Pero los apóstoles nos advierten de errores que nos pueden llevar a caer de la gracia de Dios. Errores que nos desligan de la gracia y sin la gracia no se puede ser salvo. Y desde la doctrina apostólica existen tres modos por los cuales un creyente se pude desligar de la gracia y desviarse hasta hacerse un apostata.
Recordemos que la apostasía es solo para creyentes.
- El primero es prevalecer en la verdad. Pablo dice: “por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano” (1 Cor. 15:2) Por lo tanto el primer principio es retener la verdad, ósea no desviase, no aceptar evangelios adulterados. Como los que creen que Cristo es un ángel o un extraterrestre, ellos no pueden ser salvos, pues su fe esta puesta en un cristo que no existe.
Juan también enseña: “Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo” (2 Juan vers. 9)
Por lo tanto este es el primer principio para no desligarse de la gracia y es el de perseverar en la fe verdadera y la sana doctrina.
- Segundo. El no justificarse por obras o por cumplir la Ley de Moisés. Pablo dice: “De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído” (Gálatas 5:4).
Toda persona que confía en sus buenas acciones o por cumplir con la Ley de Moisés también se desliga o cae de la gracia, y sin gracia no se puede ser salvo.
Los adventistas del 7° día que confían en guardar el sábado para estar completos en su salvación, están en el mismo error que algunos gálatas que buscaban completar su salvación circuncidándose. Quien confía en su santidad o en sus buenas obras se desliga de la gracia.
-Tercero. Los apóstoles nos advierten de no ser mas esclavos del pecado, quien es esclavo del pecado no es esclavo de Cristo, y quien es esclavo de Cristo, ya no es esclavo del pecado. Todo el capitulo 6 de Romanos Pablo nos habla de que ya no se es esclavo del pecado, pues Cristo nos ha liberado:
6:18 y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.
6:20 Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia.
6:21 ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte.
6:22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.
6:23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Estando dentro de la gracia por la fe en lo verdad, ya no vive el creyente y sus acciones pecaminosas, ahora vive Cristo quien nos libera de las obras de la carne. No es lo mismo ser pecador que ser esclavo del pecado, no es lo mismo pecar que ser practicante del pecado. El que va en el camino de la gracia por fe, si llega a pecar, mas no es practicante del pecado o esclavo del pecado.
Estando en la gracia vivimos según el Espíritu y nos despojamos de nuestra naturaleza pecaminosa o viejo hombre, eso es lo natural y lo sano al vivir en la gracia, pero muchos prefieren estar sujetos y esclavos del pecado, se hacen practicantes del mismo y de la gracia se desligan o caen.
Recordemos que la apostasía es solo para creyentes.
- El primero es prevalecer en la verdad. Pablo dice: “por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano” (1 Cor. 15:2) Por lo tanto el primer principio es retener la verdad, ósea no desviase, no aceptar evangelios adulterados. Como los que creen que Cristo es un ángel o un extraterrestre, ellos no pueden ser salvos, pues su fe esta puesta en un cristo que no existe.
Juan también enseña: “Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo” (2 Juan vers. 9)
Por lo tanto este es el primer principio para no desligarse de la gracia y es el de perseverar en la fe verdadera y la sana doctrina.
- Segundo. El no justificarse por obras o por cumplir la Ley de Moisés. Pablo dice: “De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído” (Gálatas 5:4).
Toda persona que confía en sus buenas acciones o por cumplir con la Ley de Moisés también se desliga o cae de la gracia, y sin gracia no se puede ser salvo.
Los adventistas del 7° día que confían en guardar el sábado para estar completos en su salvación, están en el mismo error que algunos gálatas que buscaban completar su salvación circuncidándose. Quien confía en su santidad o en sus buenas obras se desliga de la gracia.
-Tercero. Los apóstoles nos advierten de no ser mas esclavos del pecado, quien es esclavo del pecado no es esclavo de Cristo, y quien es esclavo de Cristo, ya no es esclavo del pecado. Todo el capitulo 6 de Romanos Pablo nos habla de que ya no se es esclavo del pecado, pues Cristo nos ha liberado:
6:18 y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.
6:20 Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia.
6:21 ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte.
6:22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.
6:23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Estando dentro de la gracia por la fe en lo verdad, ya no vive el creyente y sus acciones pecaminosas, ahora vive Cristo quien nos libera de las obras de la carne. No es lo mismo ser pecador que ser esclavo del pecado, no es lo mismo pecar que ser practicante del pecado. El que va en el camino de la gracia por fe, si llega a pecar, mas no es practicante del pecado o esclavo del pecado.
Estando en la gracia vivimos según el Espíritu y nos despojamos de nuestra naturaleza pecaminosa o viejo hombre, eso es lo natural y lo sano al vivir en la gracia, pero muchos prefieren estar sujetos y esclavos del pecado, se hacen practicantes del mismo y de la gracia se desligan o caen.
Galatas.
5:22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
5:23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
5:24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
En resumen, el que se desvía de la verdad, el que se quiere justificar en las obras y el que quiere seguir siendo esclavo del pecado se desliga de la gracia y sin gracia no se puede ser salvo.
5:23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
5:24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
En resumen, el que se desvía de la verdad, el que se quiere justificar en las obras y el que quiere seguir siendo esclavo del pecado se desliga de la gracia y sin gracia no se puede ser salvo.
El estar en la gracia es el modo más palpable de saber que Dios existe. Cuando uno es transformado sin necesidad de psicólogos, lavados de cabeza, sin religión, sin ritos, solo ejerciendo fe (confianza) en Cristo. Es como experimentamos a Dios en nuestras vidas.
Cuando nuestra alma descansa confiadamente en el sacrificio de Cristo y reconocemos que somos salvos por esa confianza depositada en Cristo, nuestras vidas son transformadas de manera milagrosa.
Muy edificante. Gracias.
ResponderEliminar