Generación espontanea de la vida. El mito ateo!

La generación espontanea de la vida.

La vida esta siempre llena de ironías, y una de ellas es la historia en occidente sobre la creencia de la "generación espontánea de la vida".

La cuestión aquí, es que esa creencia es contraria a lo que enseña la Biblia, aun así la Iglesia Católica siempre fue la que aceptó dicha creencia y la defendió, como muchas otras creencias que tienen su origen en el pensamiento griego y no en la Biblia, como la creencia de ser el centro del universo, la tierra plana entre otras falsedades paganas que la Iglesia defendió y que los hombres de ciencia fueron desmitificando y dando a conocer la verdad, lo chistoso del asunto es que fue el cristianismo el que quedó como el farsante y no el pensamiento griego antiguo, por lo menos en el común de la gente.

La Iglesia católica como defensora de esas creencias paganas lo único que hizo es quedar ante la ciencia como una institución antigua y llena de creencias falsas. Ese es uno de los motivos por los cuales la Iglesia católica y el cristianismo en general van perdiendo fuerza.

Pero volviendo a la historia, la creencia de la "generación espontánea de la vida" se origina con Aristóteles y posteriores filósofos griegos, ya en manos de la Iglesia, dicha creencia fue renombrada como "vitalismo" o "fuerza vital". La teoría de la "generación espontánea" declara que lo vivo puede surgir de materia inerte. Según las observaciones de Aristóteles, surgían gusanos del fango o de carne dejada por dias, o si uno dejaba costales de trigo, surgirían ratones de ellos.

Fueron hombres como Francesco Radi y su experimento donde colocó carne tapada con frascos herméticamente y colocó pedazos de carne sin tapar. Al tiempo la carne sin tapar que se estuvo mosqueando desarrollo larvas, a diferencia de la carne herméticamente cerrada que se podría pero no formo gusanos.

Posteriormente Lazzaro Spallanzani demostró que no existía la generación espontánea de la vida En 1769 Spallanzani diseñó experimentos para refutar los realizados por el sacerdote católico inglés John Turberville Needham que había calentado y seguidamente sellado caldo de carne en diversos recipientes; dado que se habían encontrado microorganismos en el caldo tras abrir los recipientes, Needham creía que esto demostraba que la vida surge de la materia no viviente. No obstante, prolongando el periodo de calentamiento y sellando con más cuidado los recipientes, Spallanzani pudo demostrar que dichos caldos no generaban microorganismos mientras los recipientes estuvieran sellados y esterilizados.

Y finalmente Luis Pasteur demostró con sus experimentos que los microorganismos se generan de otros microorganismos. Con eso se puso fin a la creencia de la "generación espontánea" en resumen la vida surge de la vida.

Con estos hechos la Iglesia Católica tuvo que dar su brazo a torcer y reconocer que la creencia que defendía era falsa, con ello el prestigio de la ciencia se incrementaba mientras que el de la Iglesia seguí en pique. Pero que irónica es la vida. En el siglo XX, con gobiernos laicos encargados de la ciencia, la creencia de la generación espontánea de la vida, nuevamente resurgirá con nuevos nombres y nuevas explicaciones. Por ejemplo, en la década de los años treinta, A. I. Oparin en Rusia y J. B. S. Haldane en Inglaterra propusieron, cada uno por su cuenta, un escenario en el que las primeras moléculas orgánicas útiles para la vida se crearon en la superficie de la Tierra a partir de compuestos de carbono y nitrógeno relativamente simples.

Posteriormente Stanley L. Miller y Harold C. Urey de la Universidad de Chicago, realizaron su famoso experimento en la década de los 50s. Donde intentaron imitar la atmósfera terrestre primitiva y realizar algunas descargas imitando energía, según sus resultados consiguieron un aminoácido simple. Y con ello la creencia de que la vida podría generarse de manera espontánea resurgía con fuerza.

 Desafortunadamente para los ingenuos ateos,  la ciencia no a logrado aun con las técnica modernas superar el experimento de Miller y Uray, no han pasado de lograr aminoácidos simples y la creación de una proteína por medios accidentales no a podido ser comprobada.  Para colmo de males, en la década de los 70s se sugirió que la tierra primitiva no contenían los gases que Miller y Uray usaron en su experimento, los cuales necesitaban un medio rico en hidrógeno, en vez de ello la Tierra posiblemente estaba compuesta de gases de erupciones volcánicas. Y en la década de 1980 los científicos estuvieron de acuerdo que en ese medio ambiente (el del experimento) deberían haberse colocado nitrógeno y dióxido de carbono en vez de metano y amoníaco. Después de un largo silencio el propio Miller confesó que la atmósfera que usó en su experimento no se ajustaba a la realidad (1).
Entonces, ¿por qué insistió Miller en los gases usados? La respuesta es simple: sin amoníaco era imposible sintetizar un aminoácido. Kevin Mc Kean nos cuenta esto en un artículo publicado en la revista "Discover":
La auto censura por parte de la misma ciencia es obvia, este experimento se presentó en su momento con mucha publicidad, pero sus posteriores errores que se le han encontrado solo han salido en discretos artículos en revistas exclusivas de ciencia.


Ahora descubralo por si mismo, los experimentos de Miller y Uray son todo un fracaso, si no lo fueran seguirían en proceso hoy en día, y ya se hubiera descubierto como surgió la proteína de materia inerte, pero no fue así, pues a pesar de ello, los experimentos de Miller y Uray siguen publicándose en los libros escolares y basta con que usted investigue por Internet para que vea que aun son presentados como pruebas de que la vida surgió de manera espontánea. ¿Se ha preguntado el porqué? Pues la respuesta es muy simple. así como el sistema de gobierno religioso del pasado sostenía sus falsas creencias a pesar de las pruebas irrefutables, así también este sistema laico trata de sostener sus creencias falsas, y como siempre la gente es la engañada.

Lo que Spallanzani y Pauster demostraron es que la vida solo surge de la vida y que la generación espontánea no es posible, que ironía de la vida, estos descubrimientos que desfavorecieron a la Iglesia Católica y fortalecieron a la ciencia, ahora ponen en jaque a los científicos contemporáneos y favorece al cristianismo verdadero. Y si añadimos la Segunda Ley de la Termodinámica, aceptada como una de las leyes básicas de la física, sostiene que bajo condiciones normales todos los sistemas dejados a su propias voluntad tienden a volverse desordenados, dispersos y adulterados, en relación directa con el tiempo transcurrido.

Esto hace prácticamente imposible que la vida surja de materia inerte, pues, se necesita que la materia se reorganice de manera muchos mas compleja que en su estado inerte y esto ante las leyes de la física es imposible.

Como dice Proverbios 
3:19 Jehová con sabiduría fundó la tierra; 
Afirmó los cielos con inteligencia. 

3:20 Con su ciencia los abismos fueron divididos, 
Y destilan rocío los cielos.



Es maravilloso como este texto con más de 2,700 años de antigüedad, que nos enseña que solo con Inteligencia y Ciencia es posible crear las cosas. Supera la mentalidad retrograda del siglo XX que se esforzó por hacernos creer que las cosas complejas como la vida puedan surgir por el azar o por accidente.

El hombre que esta hecho a imagen y semejanza de Dios, ha dado testimonio que solo con su inteligencia existe lo creado por el hombre, el hombre también es un creador que a hecho sus propias creaciones como sus aviones, carros, computadoras, etc, las cuales no surgieron por azar. 

1. Stanley Miller, Molecular Evolution of Life: Current Status of the Prebiotic Synthesis of Small Molecules, 1986, p. 7

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