Conoce y
examina tu fe.
2 Corintios
13: 5
13:5
Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O
no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que
estéis reprobados?
Hay que reconocer que dentro de las Iglesias evangélicas, existe mucha controversia y polémica sobre temas relacionados con la salvación. Si la salvación es por fe o por obras, si se pierde o no, porqué hay hermanos que viven en pecado y se creen salvos, etc.
Pero como lo menciona el texto de 1 Corintios 13:5, Pablo nos invita a examinar nuestra fe para probarnos si realmente somos salvos.
¿Cómo
examinarnos?
Fe vs.
Obras.
Lo primero
que hay que hacer es conocer nuestra fe, debemos entender y vivir la doctrina
apostólica, que nos enseñan; que es la gracia,
como se recibe, como nos transforma, la advertencia para no caer de ella, y la
promesa de la gracia por una vida
eterna.
¿Qué es la
gracia? Es un don de Dios para salvación. Es correcto decir que la salvación es
por fe, pero debemos entender por que. No es que la creencia racional por si
sola salva. Sino que por una confianza plena en el sacrificio de Cristo, es
como recibimos la Gracia, que es la que nos salva.
LA GRACIA
ES UN ESTAD ESPIRITUAL, UN NUEVO NACIMIENTO AL RECIBIR EL ESPÍRITU DE DIOS.
Gracias = salvación.
Ahora, el
dilema entre fe y obras como medios para recibir la Gracia.
Realmente este dilema entre fe y obras nos da ejemplos muy claros de como los textos fuera de su contexto nos lleva al error, por lo tanto lo voy a retomar nuevamente. Según los indoctos, ven una clara contradicción entre Pablo y Santiago sobre la salvación. Como si Pablo enseñará que la salvación es por pura fe, y Santiago enseñara que la pura fe no salva.
Leamos estos versículos.
Leamos estos versículos.
Efesios.
2:8
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues
es don de Dios;
2:9 no por obras, para que nadie se gloríe.
2:9 no por obras, para que nadie se gloríe.
Tito.
3:5 nos
salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su
misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el
Espíritu Santo, (los elementos de la gracia)
Ahora a continuación veremos el texto de Santiago, como cuestiono si la simple y pura fe te puede salvar.
Santiago:
2:14
Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene
obras? ¿Podrá la fe salvarle?
2:15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,
2:16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?
2:17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
2:18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
2:15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,
2:16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?
2:17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
2:18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
Esto
parecería un dilema de contradicciones. Pero eso siempre pasa cuando tomamos
textos fuera de contexto. Si leemos bien las cartas paulinas, nos daremos
cuenta que tanto Pablo como Santiago enseñaban lo mismo.
Con estos
textos debemos tener un concepto de salvación correcto y equilibrado, ante el
dilema fe vs. Obras. Para ello es necesario entender que es la gracia y que
efectos produce en nuestra vida al recibir el Espíritu de Dios ósea el nuevo
nacimiento:
Vamos a ver
la salvación por obras y por fe en ejemplos ya no teóricos sino prácticos mencionados en la Biblia:
-Por buenas
obras. Mateo
7:22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre,
y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
7:23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí;
apartaos de mí, hacedores de maldad.
En este texto los creyentes resaltas sus buenas obras, su trabajo para el Señor, el beneficio que dieron a otras personas. Sin embargo el Señor los considera reprobados. Sus buenos obras no alcanzaron para su salvación, ni para compensar sus malas obras. De hecho, quedan reprobados pues Jesús los llama "hacedores de maldad".
Ahora la
salvación por pura fe.
-Por pura
fe. Hechos 8:9 Pero
había un hombre llamado Simón, que antes ejercía la magia en aquella ciudad, y
había engañado a la gente de Samaria, haciéndose pasar por alguien importante.
8:10 A
éste oían atentamente todos, desde el más pequeño hasta el más grande,
diciendo: Este es el gran poder de Dios.
8:11 Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas les había engañado
mucho tiempo.
Hasta aquí podemos ver la vida de Simón el Mago, como un hombre que engaña, que es corrupto, que tiene fama y respeto entre la gente, y lo consideran como alguien importante.
8:12 Pero
cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el
nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.
8:13
También creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe; y
viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito.
Ahora aquí esta el punto clave, vea como Simón el Mago a vivido el proceso que muchos evangélicos consideran como suficientes para creerse salvos, estamos hablando de creer en el evangelio y
bautizarse. Para muchos eso ya es garantía de salvación. Pero la Biblia nos enseña que NO.
8:18
Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el
Espíritu Santo, les ofreció dinero,
8:19 diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo
impusiere las manos reciba el Espíritu Santo.
8:20 Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que
el don de Dios se obtiene con dinero.
Ahora fíjense bien lo que le dice Pedro:
8:22 Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te sea
perdonado el pensamiento de tu corazón;
8:23 porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás.
Por lo tanto queda descartada la salvación por simple fe,
una fe sin arrepentimiento ni santidad, eso no es posible. AHÍ ES DONDE SE
APLICA LO DE SANTIAGO (Santiago 2:14) Tanto los que quisieron salvarse por obras ( Mateo 7:22) como el caso de Simón (Hechos 8: 9 al 23), ambos quedaron reprobados por ser hacedores de maldad o tener maldad en su corazón.
El mensaje del evangelio es ARREPIÉNTETE Y CREE EN EL
EVANGELIO. El arrepentimiento es el primer paso al camino de la salvación y el
corazón recto, sin el arrepentimiento la aceptación del evangelio es en vano.
Nuevamente presento a continuación el texto que nos deja en claro que es la salvación:
Romanos
8:1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús,
los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
¿Qué
significa esto?
La
respuesta esta en los siguientes versículos:
Romanos
8:7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no
se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;
8:8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
8:9 Más vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el
Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo,
no es de él.
8:10 Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa
del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia.
Estado de
Gracia = salvación. La gracia la recibo por el arrepentimiento y la fe.
Debemos
entender lo que es la gracia y el efecto que pasa en nosotros. Al recibir la
gracia por fe en Cristo. La gracia produce un nuevo nacimiento en la persona,
recibe el Espíritu Santo, (un nacimiento a la vida espiritual que es muy
distinta a la vida religiosa) y con ello produce el camino de la santidad, de
vivir según el Espíritu y no la carne.
La persona
se va despojando de su viejo hombre que es lo mismo a la expresión “hacer morir
las obras de la carne”. Eso es el proceso de regeneración.
Al vivir
según el Espíritu la persona produce
frutos, buenas obras y santidad, estas no es para recibir la gracia,
sino porque ya esta en la gracia. ¡Ahora! ¿Que pasa si no produce fruto o
buenas obras, ni santidad? Pues simplemente no esta en la gracia. Y HA ESTO ES
LO QUE SE REFIERE SANTIAGO 2: 14.
HAORA, que
dice Pablo en Gálatas: 5:6 "porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo,
ni la incircuncisión, sino la fe que
obra por el amor".
Como vera es lo mismo que enseña Santiago 2: 14, Pablo también considera que la fe que nos mantiene en la gracia, nos lleva a despojarnos del viejo hombre y a producir obras en el amor.
Conclusiones:
Lo
repito, NO confundas que necesita de santidad y buenas obras para ser salvo,
pero si realmente eres salvo, la santidad y las buenas obras son los procesos
naturales de estar en la gracia.
Es
incorrecto creer que se puede vivir según la carne y ser salvo. Eso es
contrario al estado de gracia que recibimos por la fe.
Por
lo tanto el texto clave para este estudio es Romanos 8:1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los
que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme
al Espíritu.
Entonces ¿Cómo examinarnos si estamos en la fe? La respuesta es; si
no andamos conforme a la carne sino conforme al Espíritu. Esto nos ayuda a
entender que la salvación no es por pura fe (fe intelectual o fe sin
arrepentimiento) ni por las obras. Sino somos salvos por un estado de gracia
que recibimos por el arrepentimiento y por la fe.
Si bien el texto de Efesios 2: 8 y 9, nos explica que somos salvos por la gracia que recibimos por fe, el texto de Tito nos explica en que consiste la Gracia:
Tito.
3:5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
Como ve, la gracia, es un estado de regeneración y renovación que nos lleva a vivir según el Espíritu y no según la carne.
Por lo tanto esos hermanos que creen que se puede vivir en el pecado y ser salvos por la pura fe, están en grabe error.
Por ello le repito, examine su fe, pues si usted esta en la gracia no vive conforme a la carne, sino que debe de estar viviendo conforme al Espíritu.
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