domingo, 16 de diciembre de 2012

¿El hombre necesita ser gobernado? Libertad individual vs. gobierno de la Ley. La verdadera libertad.



La “liberta individual” ¿Porqué el hombre no se puede regir por su libre decisión?. Desde las épocas más antiguas, el ser humano comprendió que el problema de la “libertad individual” fue:

1) El hecho de que la mayoría de los seres humanos tiene mala voluntad y eso lleva que sus “libres decisiones” tengan que ser reguladas por leyes y castigos para evitar que dañen y causar sufrimientos a terceros. Y a eso se le llama “gobernar a un pueblo” independiente mente del sistema de gobierno o ideología, el fin es el mismo, y es controlar la mala voluntad del hombre por decisiones “individuales” que causan daños a otras personas y así mismos.

2) Y ante la necesidad de gobernar a un pueblo, los gobiernos comprendieron que entre mas se quebrante la “libertad individual”, en teoría se puede gobernar mejor. Pero eso ya es un abuso y manipulación de parte del gobierno a sus gobernados.

A partir de esa realidad se a tejido a lo largo de la historia humana, un conflicto entre quienes gobiernan y quienes son gobernados. Y ha pasado por varios procesos de gobiernos, desde los reyes autoritarios hasta las dictaduras de las mayorías o mejor conocida por democracia. 

Por lo tanto la mayoría de los especialistas consideran que el mejor sistema de gobierno es la "República Constitucional" también conocido como el "gobierno de la Ley". En este caso hay una Ley que gobierna a todos en general, tanto al gobernante como a los gobernados. Y todos se sujetan a esta Ley.

Pero aunque usted no lo crea este concepto no es nuevo, ya los israelitas aplicaban miles de años atrás el gobierno de la Ley conocida no como "constitución" sino como la "Torah", la Ley de Dios. Que al contrario de otros pueblos de la antigüedad donde el Rey era visto como un dios o semidiós, donde el mismo era la ley, los israelitas se sometían a una Ley de Dios, que tenia como objetivo hacer al hombre justo y correcto en su conducta ante Dios y su prójimo, y donde aun el Rey David fue exhortado y castigado por romper la Ley. 

                        El gobierno de la Ley, un concepto similar al de República constitucional.

Obviamente que esta visión tan adelantada a su tiempo, no es merito de los israelitas, sino fue lo establecido por Dios por medio de su siervo Moisés.  Fue un sistema de gobierno que se adelanto a su tiempo y que como todo sistema existía el "castigo".

Hay muchos indoctos que cuestionan, por qué el Dios del Antiguo Testamento es tan estricto y su contraste con Jesús y su mensaje de amor, como una incongruencia bíblica.  Pero lo que no entienden es que la Torah o Ley de Dios, era parte de un sistema de gobierno a una Nación, Israel, y no solo un sistema religioso. La Torah era como la constitución del antiguo Israel (Deuteronomio 5: 1 al 21). 

Jesús por su parte vendría con el fin de consumar el Nuevo Pacto que tendría como fin implantar los principios de la Ley de Dios en el corazón de los creyentes (Jeremías 31:33 y Hebreos 10: 16 y 17). En este Nuevo Pacto el pueblo de Dios ya no sería más una nación establecida como una tierra con límites fronterizos  sino como una Iglesia Universal donde sus miembros estarían entre todas las naciones, pueblos, razas y lenguas. (Apocalipsis 7: 9 y 10). 

La Ley de Dios no se anula, sino que se confirma en el creyente y se resume, como amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo. Los preceptos y castigos de la Ley ya no son aplicables dentro de la Iglesia, sino que los miembros que no se aplican a vivir los principios de la Ley de Dios por en nuevo nacimiento, son dados de baja por medio de la excomunión, esto quiere decir, que dicha persona se le expulsa de la Iglesia por no mostrar comunión con Cristo y vivir en los frutos del Espíritu (Gálatas 5:22 y 23) que es la manera de cumplir con la Ley de Dios. 

Los musulmanes lo ven mas apegado al Antiguo Testamento, donde una República islámica, su constitución es el Coran y la Ley islámica. Y su objetivo es que todas las naciones del mundo sean Repúblicas islámicas o califato. 

Nosotros los cristianos comprendemos que el hombre por naturaleza caída, es de mala voluntad, y como testimonio de ella los hechos históricos del ser humano, su crueldad, su egoísmo,  su iniquidad, aun de aquellos que se dicen cristianos. Por ello, Dios quiere gobernar el corazón del hombre para que la mala voluntad que hay en él seda por un nuevo corazón. Esto se puede por medio del Nuevo Pacto. San Pablo lo explica así:

Romanos 6
6:15 ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera. 
6:16 ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? 
6:17 Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; 
6:18 y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia. 
6:19 Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia. 

Siendo libres del pecado podemos recuperar nuestra libertad individual, sabiendo que teniendo verdadera comunión con Cristo (no por ritos, sino por fe) somos capacitados al recibir el Espíritu de Dios para hacer el bien y dejar el mal. 

Romanos 8
8:1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
8:2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. 

8:3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;
8:4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. 

¿Usted ha experimentado el ser pecador? El daño que a recibido de los demás y el daño que usted causa a los demás. Como sus libres decisiones son para daño suyo y de quienes les rodea. ¿Quiere vivir conforme al Espíritu? La solución es Cristo. Arrepiéntase de lo que se tenga que arrepentir y reciba al Señor Jesús como su Salvador, entréguele su vida y sea su discípulo. Ore para que lo capacite en toda buena Obra y sea liberado de sus vicios, malos habitas y actitudes auto destructivas. Reconozca que usted necesita ser gobernado por el Espíritu de Dios el cual reciben todos aquellos que creen en el Mesías y su sacrificio y resurrección. Reconozca que su religión o religiosidad no le ayuda en nada, que solo lo hace hipócrita.  Si usted no es libre del rencor, si usted no puede perdonar, si todas sus actitudes, palabras y hechos son para fastidiar a los demás, reconozca que usted necesita tener comunión con Cristo por medio del arrepentimiento y la fe. 

Y así la verdad lo hará libre, y a partir de ahí todas sus actitudes, palabras y hechos serán para bienestar de los demás, serán para bien de los demás y de su propia persona. 

¡Haga la prueba!

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