Para entender mejor que es la gracia que salva al creyente es necesario reflexionar en lo siguiente:
Muchas críticas se han dado por parte de católicos y testigos de Jehová, por la doctrina de la salvación por fe enseñada en las iglesias evangélicas. Y una de sus críticas es por el modo en que viven muchos evangélicos una fe que no refleja para nada a Cristo.
Y la verdad es que esas criticas hasta cierto punto si están en lo correcto. Sobre todo cuando un creyente vive según la carne y se cree salvo por su fe en Cristo.
Para entender esto primero hay que ver que es vivir según la carne:
¿Que es vivir según la carne?
Gálatas
5:19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
5:20 idolatrías, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
5:21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
Pablo es tan claro que les dice a los gálatas que los creyentes que practiquen tales cosas no heredaran el reino de los cielos. Y no significa que todas esos actos hay que practicar para condenarse, sino cualquiera de ellos.
Que es vivir según el Espíritu.
Gálatas.
5:22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
5:23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
5:24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
Aquí también el apóstol Pablo es muy claro, y enseña que los que viven conforme a los frutos del Espíritu no hay ley que los juzgue.
Muchos evangélicos creen que una vez salvo ya se es salvo no importa lo que haga y diga, si vive en el pecado o no, ellos se cree salvos. Muchos de estos evangélicos suponen que una vez creído en Cristo y bautizados ya son salvos y que el texto de Romanos 8: 38 y 39 se hace una realidad en sus vidas.
Romanos
8:38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
8:39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
8:39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Esto se llama acomodar textos a conveniencia. Pues para que el texto de Romanos 8: 38 y 39 sea una realidad en nuestra vida, primero tenemos que vivir lo que nos indica todo el inicio del cap. 8 de Romanos y muchos evangélicos no lo toman en cuenta:
Por ejemplo Romanos 8 nos enseña que:
8:5 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.
8:6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
8:6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
También nos deja en claro que:
8:7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;
8:8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
8:9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.
8:8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
8:9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.
Así que si usted mi hermano evangélico quier que Romanos 8: 38 y 39 sea una realidad en su vida primero tiene que hacer morir las obras de la carne o no vivir según la carne por medio del la gracia recibida por la fe. Y ya que usted este viviendo su proceso de santificación podrá ahora si decir que:
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. (Romanos 8: 38 y 39)
ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. (Romanos 8: 38 y 39)
Muy buena enseñanza
ResponderEliminarExcelente aclaración hno. Gracias por aclarar mis dudas al respecto de las dos vidas, v. en la carne y v. en el espiritu. Bendiciones. David
EliminarMuy útil. -
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